El árbol torcido
Zhuangzi
Había una vez un carpintero que caminaba por el bosque en busca de madera. Se encontró con un árbol enorme, pero su tronco era nudoso, torcido y lleno de imperfecciones.
"Este árbol es inútil", pensó el carpintero, "no sirve para hacer tablas rectas ni muebles elegantes". Así que pasó de largo.
Más tarde, un viajero se detuvo bajo ese mismo árbol para descansar.
Mientras dormía a su sombra, soñó con el espíritu del árbol, que le habló: "Mira a los árboles rectos y perfectos. Todos terminan cortados, convertidos en mesas o vigas, porque los hombres los desean. Yo, en cambio, por ser torcido y feo, he vivido cientos de años. Mi inutilidad me ha salvado".
El viajero despertó y reflexionó: "Si el árbol se hubiera esforzado por ser recto, por cumplir las expectativas de los carpinteros, habría perdido su vida hace mucho. Pero al ser como es, sin esperar nada, ha encontrado la paz".
¿De quién habla?
¿Del árbol?
¿O del carpintero?